Por: Efraín Marino @corprensacol
“Soy emigrante latino, que llora en la lejanía”…
Y es que no es para menos, pues “del Villar” describe
magistralmente en su composición la melancolía, la añoranza y la tristeza del recuerdo de la
tierra natal, donde en muchas ocasiones se quedan esposas, hijos, padres y
madres; y es imposible no aguar el ojo al escuchar en el extranjero, la melodía
de “El emigrante latino”.
Ser Emigrante en USA, es para valientes, para verracos,
para guerreros, sin importar la nacionalidad, si eres latino y quieres salir
adelante en este país de libres, toca trabajar y demostrar de que se está
hecho, jornadas de 8, 10, 12 y más horas en trabajos de mano de obra ordinaria
y calificada, algunos con alto riesgo laboral, otros y la gran mayoría de
manera ilegal, luchando para reunir dinero para pagar un abogado migratorio y
poder tener un permiso de trabajo y la tan anhelada “GreenCard”; un pedazo de
plástico que te hace sentir legítimo; y así poder enviar las remesas a sus
seres queridos para que tengan una mejor calidad de vida.
Son muchos los sacrificios que un emigrante debe hacer para
luchar por sus sueños, pero el mayor de todos es la soledad y el
distanciamiento de su familia, eso sí que duele y es ahí, donde en la oscuridad
de un rincón, brotan las lágrimas del mas fuerte, especialmente en las fechas
especiales es imposible no recordar y extrañar el hogar.
Estados Unidos de Norteamérica, es y ha sido la casa de
muchos colombianos, ecuatorianos, dominicanos, cubanos, mexicanos, venezolanos,
bolivianos, peruanos, argentinos, chilenos, salvadoreños, panameños, etc… y son
ellos los que han construido este país, han hecho nación, aquí han echado
raíces, sus hijos y descendientes hablan otro idioma fuera del español, y cada
vez es más difícil conservar las tradiciones y fiestas latinas en las nuevas
generaciones y es más ocurrente verlos celebrar San Valentín, Halloween y Día
de Gracias.
Sin embargo, muchos se resisten a esa invasión cultural y
generacional, los mayores se reúnen en colonias, clubes, grupos y celebran sus
tradiciones, por eso es que personas como Rafael Castelar y Jesús Bravo dos
colombianos realizan cada año la celebración del día de independencia de
Colombia en New York y Stamford respectivamente, Rafael Rodríguez, Manuel
Lebrón y Amin Cruz, hacen lo mismo con las colonias de Ecuador y República
Dominicana y así una serie de líderes latinos hacen sus eventos en diferentes
condados, estados y cualquier lugar donde se reúnan un grupo de emigrantes.
Esa resiliencia es endógena a nuestra raza latina, de la
cual nos sentimos orgullosos, la que nos hace grandes y que no nos quede grande
el país del norte, la que día tras día endurece nuestros callos y fortalece el
amor por nuestra patria… sí; ser
emigrante latino es un privilegio de pocos y una bendición para muchos;
finalizó este escrito con el final de la estrofa de la canción citada al
comienzo…
… “Añoro el pueblo querido que ha dado luz a mi vida”.
VEA: El Desfile Colombiano de Nueva York, aquí👇
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