Por: Lina María Alfonso Gutiérrez
La fuerza cultural de la ciudad de Nueva York se beneficia por la gran variedad de comunidades inmigrantes que la habitan, incluyendo la comunidad latina. En el condado de Manhattan cerca del 30% de la población reportada en el censo de 2022 (alrededor de 8 millones de personas) se autodenomina como hispana o latina.
No es sorpresa entonces que exista un gran número de artistas y organizaciones arraigadas en esta comunidad en Manhattan, que a través de programación artística ofrezcan al público general, incluyendo a población infantil y adultos mayores, oportunidades para aprender, celebrar, crear o recordar la maravillosa riqueza y diversidad de la comunidad latina.
En barrios como East Harlem, Washington Heights, Hamilton Heights, Lower East Side e Inwood, por ejemplo, se concentra un gran número de organizaciones, artistas y gestores culturales, que a lo largo de cada año, involucran al público en experiencias artísticas de diversas escalas, formatos y disciplinas, con programación en español, inglés o bilingüe; y con una inspiración que logra demostrar que la comunidad latina no tiene una cultura homogénea, sino una en la que interactúan las características de muchas culturas distintas como la dominicana, puertorriqueña, caribeña, mexicana, argentina, ecuatoriana, colombiana, entre muchas otras más.
Sólo en el condado de Manhattan se encuentran tanto organizaciones con un largo legado en servicio a la comunidad latina, como Centro Cívico Cultural Dominicado, Danisarte, Loisaida, Repertorio Español, Taller Boricua, Teatro SEA, El Taller Latino Americano, y aún más; así como organizaciones y grupos más recientes, tales como Barrio Independent Productions, Coopdanza, D10 Projects, La Sala de Pepe y Foto Espacio, Latino Film Market, Latin Reel y Teatro Tablas.
Las temáticas que abordan estos grupos y organizaciones no son uniformes, tal como no lo es la comunidad latina. Hay organizaciones que se enfocan en resaltar y mantener vivas tradiciones como la danza, música e historias orales, como lo hace Dominican Collectives Dance Ensemble y Los Pleneros de la 21. Así como organizaciones que se enfocan en apoyar y promover el trabajo de artistas contemporáneos como Dominican Writers Association, Pluma Poética del Arte y La Casa de la Herencia Cultural Puertorriqueña. También existen organizaciones que toman un enfoqué holístico en su servicio y trabajo cultural, sirviendo a la comunidad latina con programación artística, educacional y social, contribuyendo a un futuro de equidad económica y racial, tal como lo hacen el Caribbean Cultural Center African Diaspora Institute, Juan Pablo Duarte Foundation, Alianza Dominicana Cultural Center y Clemente Soto Velez Cultural & Education Center, a través de sus diferentes programas.
En conjunto todas estas organizaciones demuestran la importancia de las artes como medio para la preservación cultural y el desarrollo social. A todas estas y más organizaciones se le suman los cientos de artistas que independientemente presentan su trabajo al público de la Ciudad de Nueva York, complementando así la amplia oferta cultural latina. Estos son artistas que logran trascender de los espacios latinos, con propuestas que unifican al público a través de la reflexión, como lo es la instalación en honor a las vidas perdidas durante la pandemia por la artista Andrea Arroyo; en la apreciación de una ciudad donde el piso y las paredes puedes ser lienzo de creatividad y energía, como los murales de la artista Carla Torres; o en la creación colectiva de piezas comunitarias donde tanto la niñez como la población mayor se puede unir en crear redes de colores junto con la artista Marta Blair.
Y es que es imposible
recaudar y resaltar todo el trabajo que cientos de artistas y organizaciones
latinas hacen solo en el condado de Manhattan. Pero si es importante reconocer
que esta comunidad no solo representa un tercio de la población habitante en
Manhattan, sino que quizá representa más del 30% de la diversa oferta cultural
que hace de la Ciudad de Nueva York un lugar único para vivir y visitar.
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