miércoles, 27 de noviembre de 2019

¿Qué hay dentro de la caja?

LA CAJA en Teatro LATEA 
Los Escultores del Aire compañía de teatro viene desde Barcelona para presentar su obra La Caja en el Teatro Latea de Manhattan

Un grupo de médicos intenta dar con la cura de una dolencia. Exponen a los asistentes el caso de Martínez, y de cómo piensan tratarlo.
Martínez padece un raro trastorno psíquico, producto de un fuerte trauma en el mar. Mientras los días pasan el paciente viaja cada vez más a fondo en su mundo imaginario. La frontera entre realidad y ficción es cada vez más ambigua. Juntos iremos descubriendo que no todo es lo que parece.
Dentro de una caja está la cura a su mal, pero… ¿qué hay dentro de la caja? ¿Por qué cuesta tanto abrirla? Todos tenemos una caja en la que guardamos aquello que no queremos olvidar. ¿Se atreverá Martínez a abrir la suya?
La Caja no es solo un espectáculo... Es un viaje a través de tus sentidos. Enfrentarás tu miedo, furia, oscuridad... pero también el amor y la esperanza; déjate llevar por el Teatro Físico, la Danza y la Música en directo.

Diciembre: Jueves 5, Viernes 7 y Sábado 8, a las 8:00pm
Diciembre: Domingo 8, a las 3:00pm 

Teatro LATEA 107 Suffolk St., New York, NY

FICHA ARTÍSTICA
Autor: Los Escultores del Aire
Dirección: Mai Rojas
Dirección Adjunta: Andrés Velázquez
Vestuario y Escenografía: Sarah Bernardy
Producción: Me Entertainment and Arts SL
Duración: 60 minutos
Música en Directo y Composición: Matías Muñoz y Edurne Arizu
Actores: Mai Rojas, Adán Aguilar, Marc Lorenzo y Raffaella Crapio
Operador de Luces y Sonido: Roger Casanovas
Diseño de Iluminación: Paty Cortés
Fotografía: Stela Salinas

LA CRÍTICA HA DICHO…
·  VOLTAR I VOLTAR    
“Un espectáculo que encierra una gran metáfora presente en su puesta en escena y dramaturgia… una obra visualmente magnifica!” 
SOBRE EL ESPECTÁCULO
La Caja, marca sin duda un antes y un después en la trayectoria de Los Escultores del Aire. Por primera vez y después de 5 espectáculos anteriores abrimos una convocatoria / audición para un laboratorio multidisciplinar en el que pudiéramos investigar durante una semana las posibilidades de mestizaje entre diferentes disciplinas escénicas. No con la intención de descubrir nuevas formas, sino de darle vida nueva a las formas ya existentes.

Cual fue la sorpresa al recibir más de 250 currículos de artistas de circo, música, danza, teatro, mimo, objetos, etc.

Tras una difícil selección conformamos el actual elenco de La Caja. Después de 9 meses de ensayos con bailarines, músicos y actores vimos nacer el primer borrador del espectáculo, el cual estrenamos en Polonia en verano de 2018. 

Fue un proceso en donde aprendimos muchísimo tod@slos que estuvimos ahí. El planteamiento principal del trabajo fue: Como mantener la belleza plástica de la danza y de los cuerpos en movimiento sin perder la fuerza narrativa y la firmeza del conflicto teatral?

El gran reto era darle uniformidad a la textura del espectáculo, no queríamos que los bailarines bailasen y los actores actuasen. Los entrenamientos, las improvisaciones y las directrices desde dirección iban en pro de la acción y no de la forma o relieve de las habilidades personales de cada interprete; esto nos permitió encontrar un lenguaje propio en donde su riqueza justamente radicada en el mestizaje e hibridación de varios mundos.

La puesta en escena es muy dinámica; yo lo defino como un pequeño ballet teatral. Movilizado con una exquisita música en directo que mezcla voz, electrónicos, loopspedals, teclados y acordeón.

Como la buena poesía, La Caja no tiene una sola lectura. El espectáculo propone una línea argumental con algunos espacios “vacíos” para que el espectador llene con sus vivencias personales y re interprete a través de su mirada lo que se vive en el escenario.

Desde el primer al último ensayo, fuimos creando y desechando una gran cantidad de material, filtrando solo aquello que contaba o removía algo desde el sentir, transponiendo el sentimiento en movimiento.

No exagero al decir que creamos 4 obras distintas! Pasaban los ensayos… y no me sentía satisfecho. Como actor no me sentía conectado con la escena, como director tenía la sensación de tener una gran colección de cuadros “bonitos”… bonitos, ya está!.

Tenía una idea de cómo llevar la obra. A nivel de dramaturgia creamos una estructura buena… pero ¿de qué trataba la obra? ¿Que queríamos decir con ella? ¿Era algo que me tocaba de alguna manera? ¿Qué removiera mi interés?. 

Finalmente, semanas antes del estreno una historia llegó! Y con ella la definición total de los personajes. A poquísimos días del estreno la obra dio un giro de 180 grados. Cambiamos todo! Historia, personajes, escenografía, música…

Claro está, no fue del todo bien recibido por el equipo (incluido mi YO actor)… estábamos en pelotas! A pocos días de estrenar y con meses explorando cosas que se deshacían como una escultura de hielo, no teníamos “nada” (sin saber, que teníamos todo).  

Soy actor, sé en carne propia que necesitamos algo de que aferrarnos, fijarlo, “olvidarlo” y reinventarlo en cada ensayo, en cada noche de función… ni que decir de los bailarines, cuya construcción de partituras físicas es la base de su trabajo. Pero como director me lo jugué todo en una sola carta.

Habíamos hecho un pequeño parón de verano para descansar, retomar fuerzas y emprender la última etapa del trabajo antes de la primera función. Mi esposa y mi hijo se fueron de vacaciones a Bali. Y sucedió la peor pesadilla para una familia. Escuchas por las noticias que tsunami azotó las cosas de Singapur; muchos muertos, desaparecidos, dolor… Intentas llamar y las comunicaciones están cortadas.

Tras ver las noticias pasaron minutos, estaba congelado en una esquina de la calle con el teléfono en la mano; inmóvil por dentro y por fuera. Queriendo bloquear y olvidar ese momento como si de una mala película se tratara, pues cada vez que caía en cuenta de la situación se me erizaba la espalda y me invadía la furia, la impotencia y el desgarro de pensar que cabía la posibilidad de que hubiera perdido lo que más me importaba en el mundo: mi familia. “Cabía”, como si esa posibilidad fuera algo que pudiera guardar en una caja.

Que iba a hacer? No lo sé.

Afortunadamente, el teléfono sonó y con él una rabia mal enrumbada e injusta hacia mi esposa: “Por qué te fuiste!? Y si os hubiera pasado algo y me hubiera quedado solo?!” Acto seguido, me quebré y lloré. Lloré como un niño pequeño a quien su madre deja solo el primer día de guardería.

No pude alejarme de la intensidad de ese sentimiento de pérdida y el dolor aún seguía en mi piel. A los pocos días retomamos los ensayos. Empecé a hacer cambios en la obra y los actores no entendían que estaba pasando ni a que respondían esos cambios. Ni siquiera fui capaz de contarles la historia. Al día de hoy (salvo por que estarán leyendo esto, no saben que los cambios respondían a una experiencia personal)… después de unos ensayos los senté a tod@s en circulo y les dije: “Esta es ahora la historia, por fin puedo decir de que vamos a hablar: sobre el dolor de la perdida”.

A partir de ahí todo el material creado fue revisado, reconstruido y teñido  en función de poder transmitir al público un mensaje claro a través de una historia contada de la manera más bella y personal que pudimos. Y así fue, el espectáculo despegó, tomo vida propia y empezó a hablar por sí mismo.

De una forma u otra todo el material investigado estaba ahí, en nosotros como equipo, en nuestra escucha de grupo, en nuestro ingenio y en nuestra visión de dar forma a la imaginación. Con una mirada o un pequeño gesto entendíamos que queríamos hacer y cómo podíamos materializarlo.

La Caja, habla sobre la perdida, sobre la necesidad de seguir adelante superando el vacío que deja la partida de un ser amado. Pero también habla sobre el amor, la esperanza, la empatía y la solidaridad entre los seres humanos.

SOBRE LA COMPAÑIA
Los Escultores del Aire es una compañía internacional con base en Barcelona dirigida por Mai Rojas. Se especializa en la producción de espectáculos profesionales de Teatro Físico y utiliza el lenguaje del Mimo Corporal como base de creación. Así consigue aprovechar sus infinitas posibilidades de mestizaje con otras artes teatrales como el Circo, la Danza o la Manipulación de Objetos.

Su excelente labor de investigación en este género la ha hecho girar por numerosos escenarios alrededor del mundo y sus espectáculos han sido representados en varias ciudades de España, Reino Unido, Portugal, Estados Unidos, Alemania, Macedonia, Marruecos, Andorra, Colombia, Polonia, Suecia, Puerto Rico y Costa Rica. 

También ha podido trabajar en asociación con agrupaciones del prestigio del Cirque du Soleil gracias a su adaptabilidad y excelencia técnica.
Actualmente en asociación con la productora Goodmoment prepara su primera incursión en el mundo audiovisual, con la serie documental danzada: Anticuerpos.

PREMIOS
- Premio al Mejor Espectáculo en el Festival Phampys de Macedonia 2016
- Premio al Mejor Espectáculo en el Certamen Nacional de Teatro de Villa Carrizo 2017
- Premio a Mejor Caracterización y Vestuario en el Certamen Nacional de Teatro de Villa Carrizo 2017
- Premio Hola al Mejor Actor en Broadway 2018
- Premio Especial del Jurado en el Festival de Solos de Kiel 2019
- Premio al Mejor Actor de la Asociación de Cronistas de New York 2019
- Premio al Mejor Director de la Asociación de Cronistas de New York 2019
- Premio al Mejor Espectáculo de la Asociación de Cronistas de New York 2019

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